miércoles, 21 de noviembre de 2007

La Sama-Velilla también arrolla una vía romana de casi 20 siglos

http://www.elmundo-lacronica.com/cronicadeleon/articulo_01.asp?idart=3708379&idcat=22598

Conforme avanza su proyecto, la línea de alta tensión entre Sama (Asturias) y Velilla del Río Carrión (Palencia) va cosechando un triste inventario. Al bosque de Faedo, premiado recientemente por el Ministerio de Medio Ambiente por ser el mejor conservado de España, y al resto de riquezas patrimoniales y naturales que atraviesa su trazado, se añaden también los restos mejor conservados de la vía romana Carisa, que unía Asturias y León durante el Imperio.
Aunque las pocas excavaciones que se han llevado a cabo en esta calzada se han realizado hasta ahora tan sólo en Asturias, subvencionadas por Cajastur y la Consejería de Cultura del Principado en colaboración con la Universidad de Oviedo, su resultado concluye que el tramo mejor conservado se encuentra en la provincia de León, concretamente entre las localidades de Pendilla y Tonín, al norte de Villamanín. Una de las particularidades de esta vía es que no transcurre por el fondo de un valle como hacen la mayoría de los caminos, sino que su trazado serpentea por lo alto de las laderas, a más de 1.500 metros de altura en la provincia de León y a cerca de 1.800 una vez que se adentra en Asturias.

El tramo leonés de la Carisa consta de unos diez kilómetros en los que aún se puede apreciar que el ancho de la calzada es de entre cuatro y cinco metros dependiendo de los segmentos. Como tantas otras obras realizadas por los romanos, resulta todo un prodigio de arquitectura, ya que la pendiente no es en ningún momento muy elevada a pesar de lo abrupto del territorio que atraviesa en ese punto. Parte de la localidad de Tonín y se adentra en el puerto llamado La Conchá Propinde, para seguir a continuación por el valle de Camplongo.

Algunos expertos han calificado la vía Carisa como la más espectacular del norte de Hispania debido a la dificultad de su trazado. Además, su importancia histórica y estratégica resulta evidente, ya que fue fundamental para la definitiva conquista romana del norte de la península y en ella astures y legionarios libraron grandes batallas.

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