domingo, 18 de noviembre de 2007
Preguntas Clásicas Quintiliano
Antes que nada : ¿quién era Quintiliano?
Marco Fabio Quintiliano ( Calahorra, circa 35 - Roma, circa 95)
fué n retorico y pedagogo hispano-romano resulta difícil aventurar cuánto tiempo permaneció en España antes de marcharse a Roma, donde se desarrolló el grueso de su formación.
Allí, según señala el propio Quintiliano a lo largo de su obra, frecuentó la escuela de gramática de Q. Remmio Palemón (maestro también de Persio) y, más tarde, estuvo muy cercano al célebre orador Domicio Afro (muerto en el 59); también recuerda haber conocido a Pomponio y a Séneca. Concluida su formación en Roma, se supone que regresó a España, donde permaneció algún tiempo hasta que regresó a Roma, llamado por Galba, cuando éste fue proclamado emperador en el 68
Quintiliano se dedicó a la enseñanza de la retórica, actividad que desarrolló durante al menos 20 años según señala en el prólogo de su Institutio oratoria (quizás entre los años 68-88 ó 70-90). Como profesor de retórica, Quintiliano alcanzó una gran fama y, de hecho, se convirtió en el primer profesor que abrió una escuela pública pagada por el fisco bajo Vespasiano. Pupilos suyos fueron Plinio el Joven y seguramente Tácito. Y aunque Juvenal señala que su sueldo no era muy elevado, Quintiliano consiguió amasar una buena fortuna. En todo este tiempo, tampoco abandonó por completo su profesión de abogado e incluso llegó a publicar alguno de sus discursos; quizás uno de sus procesos más célebres fue el de la reina Berenice, al que alude en su Institutio.
Tras todos esos años dedicados a la enseñanza, Quintiliano se retiró y se dispuso a componer un tratado de retórica o, mejor dicho, un verdadero manual para la instrucción de los jóvenes: la Institutio oratoria, obra compuesta entre el 93 y el 96, año de la muerte de Domiciano .un gran tratado de retórica en 12 libros publicado seguramente antes de la muerte del emperador Domiciano en el año 96, a quien se elogia en el libro X. La obra aparece dedicada a Victorio Marcelo y, según sus propias palabras en el proemio, tardó en concluirla algo más dos años.
7 CLASICAS
QUIS? QUID? UBI?, QUIBUS AUXILIIS? CUR? QUOMODO? QUANDO?
Quis, quid, ubi, quibus auxiliis, cur, quomodo, quando
(quién, qué, dónde, con qué, por qué, de qué modo, cuándo)Institutio Oratoria, V, 10, de M.F.Quintiliano
P. E APLICACION A LOS PECADOS , o JUICIO MORAL
P. ¿Qué es circunstancia, y de cuántas maneras pueden ser las de los pecados? R. Que circunstancia es: accidens actus humani extrinsecus adveniens; por ser fuera de la esencia del acto moral, y que sólo extrínsecamente lo acompaña.
Comúnmente se numeran siete circunstancias que son las siguientes: Quis, quid, quibus, auxiliis, ubi, cur, quomodo, quando. Quis denota la persona y su estado; como si es Sacerdote, Religioso, o Casado. Quid la cantidad de la materia o del objeto, si es grave o leve. Quibus auxiliis los medios o instrumentos de que uno se vale para pecar; v. g. si de espada o escopeta para matar, o de alguna alcagueta para solicitar a la doncella. Ubi designa el lugar [161] donde se cometió el pecado; v. g. la Iglesia. Cur denota el fin extrínseco del pecador; como si hurta para fornicar. Quomodo declara el modo con que se ejecutó la culpa, su libertad, intensión, duración y cualquiera otra circunstancia que aumente su malicia; como si el homicidio se hizo con sevicia. Quando, manifiesta el tiempo en que se pecó; como si fue en día festivo o de especial devoción.
De estas circunstancias, unas mudan la especie del pecado; v. g. el hurto hecho en lugar sagrado: otras sólo lo agravan dentro de la misma especie; v. g. el hurto de cien doblones; lo cual puede ser en dos maneras, o agravándolo notabiliter, como el hurto dicho, o solamente leviter; como en el hurto de cinco reales, suponiendo que el hurto de cuatro sea grave. También se dan circunstancias diminuentes en los pecados, y éstas pueden igualmente ser dentro de la misma especie, o extrayendo de ella el pecado. Serán del primer modo, cuando siempre queda en la culpa la misma malicia específica, aunque disminuida, como en el hurto cometido por miedo, ignorancia culpable, o inadvertencia, que también lo sea. Lo serán del segundo, cuando la malicia de tal modo se disminuye que pasa a ser de otra especie, como sucede en el que se llega a la casada, ignorando invenciblemente que lo es; en cuyo caso su acceso se muda de la especie de adulterio, a la de simple fornicación.
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